9.7.09

Primeros pasos en pintura abstracta o de vanguardia

Si queremos crear una línea nueva personal de pintura, un nuevo u original estilo o concepto en nuestra obra, si tenemos ideas que nos golpean y no sabemos bien cómo plasmarlas, si nos encanta experimentar y adentrarnos en nuevas expresiones artísticas, vamos a dar algunos pequeños consejos.

En la pintura abstracta el acrílico es más rápido, más fácil incluso (ojo, que el acrílico tiene sus propias reglas) y más puro de color si no hacemos mezclas. Hoy es más fácil experimentar con acrílico.

Debemos madurar la idea, plasmarla en papel a modo de boceto, darle un par de vueltas para cambiar algunas cosas, incluso según cómo decidas crear, te puedes ayudar del ordenador para bocetar la idea y ver si funcionan los colores y las formas, los espacios vacíos, los blancos.

Cuando la idea está más clara, compra unas tablas de conglomerado de un tamaño pequeño, aproximado al 30 x 40. Te aconsejo que hagas 3 pruebas diferentes, sobre 3 soportes, para luego poder ver hasta donde da de sí lo que estás creando. 


Serían pruebas rápidas pero finalizadas, cuidadas como si fueran las definitivas, pues nos debemos entregar una idea acabada.

Y como ya he apuntado antes, explora y crea tres cuadros con variaciones y procedimientos distintos para luego analizarlos y ver por donde crees que puede ir mejor tu nueva idea.

Déjalos un par de semanas reposar en un cajón, hasta casi olvidarlos, para volverlos a ver con otros ojos, para poder discernir si realmente tienen algo de fuerza, si es eso lo que realmente querías hacer.

Y a partir de aquí, decide, elige, modifica y crea al tamaño final la obra o incluso el nuevo camino de creación.

Y recuerda que en la abstracción son las formas y colores los que enseñan, nada debe ser real, no deben existir figuras con perspectiva, con sombras, con realidad natural. Tú creas algo nuevo, algo que no existe hasta ese momento.


8.7.09

El ARTE de las viñetas en los diarios

El arte que se puede disfrutar en algunas viñetas de los diarios es un ejemplo de lo efímero que puede ser el trabajo artístico sin perder por ello el valor y el golpe seco contra nuestras conciencias y nuestra manera de ver lo que nos rodea.

Hay ejemplos en nuestros diarios, que son auténticos ejemplos artísticos insuperables. Quino o Forges, El Roto o Cano son ejemplos de un buen hacer en la viñeta que la convierten en un vehículo maravilloso para crear inquietud y reflexión, a la vez que belleza y arte.


4.7.09

Elegir un buen barniz para acrílico. Consejo sobre barniz

Para la pintura acrílica no sirven los barnices de óleo. En cambio para el óleo sirve casi todos los barnices de acrílico.

Elegir un correcto barniz es importante, pues es la capa que intentará que la pintura no se degrade, ni con la luz, el polvo o la humedad. El barniz sirve exclusivamente para eso, para mantener mejor la pintura. Es verdad que en óleo el barniz logra brillos y contrastes algo distintos al cuadro sin barnizar, pero en acrílico el concepto de uso del barniz es algo diferente.

Hay terminaciones en mate o en brillo, y su elección depende más del tipo de pintura que hagas y de los gustos personales. El barniz brillante te dejará una obra más parecida al óleo. En acrílico los colores pueden cambiar ligeramente al barnizar, dependiendo del tipo de pintura utilizada, su calidad o incluso el tipo de color. Si hay duda consultar con quien nos venda los colores y el barniz, para elegir el que mejor vaya al tipo y marca de pintura utilizada.

A mi para un paisaje me gusta brillante pero para una composición abstracta prefiero el mate. Y yo aconsejo barniz en spray que es más sencillo de usar siempre que controlemos bien que todas las partes reciben una capa al menos del barniz. Recordar que los barnices dejan mancha alrededor de la obra, por lo que es aconsejable que el cuadro esté encima de papeles para no manchar paredes o suelos.

Intentar encontrar un barniz que te permita lavar la obra con suavidad con el tiempo, pues el polvo y suciedad que se adhiere en su superficie aconseja limpiar de vez en cuando la superficie con un paño húmedo de agua templada y si acaso una gota de jabón líquido no abrasante ni disolvente.

Tan importante es sellar la superficie del cuadro terminado, cuando ya hayan pasado unos meses —como en el caso del óleo y tengamos la pintura seca y esté perfectamente cristalizada— como sellar y barnizar todos los cantos y superficies si se pinta sobre maderas o conglomerados. La humedad es terrible para la supervivencia de las obras.

3.7.09

Elegir colores en pintura al oleo y acrílica. Elegir paleta de colores.


Cuando elegimos colores para pintar una obra, tanto en acrílica como en óleo y estamos empezando, y si además entendemos de color lo suficiente como para saber qué tubos debemos comprar, tenemos una cierta tendencia a comprar colores primarios (magenta, cian y amarillo) pensando que con ellos podremos conseguir toda la gama de colores posibles.

La verdad es que no es así. Y mucho menos en acrílico.

Los colores que se comercializan no son trasparentes (incluso los que se venden como trasparentes no lo son del todo), y esto hace que la mezcla nos de un resultado distinto al que pretendíamos. La mezcla no es perfecta y se ensucia.

Tenemos que conocer los colores a costa de probarlos, porque incluso si cambiamos de marca obtendremos diferentes resultados con los mismos tonos de pintura.

Y recordar siempre, que en acrílico los colores tienden a oscurecerse un poco al secar, algo que en óleo no sucede.

Lo recomendable es disponer de una paleta de colores algo amplia, con dos amarillos (uno frío y otro caliente), un magenta o carmín, dos azules (uno cían y otro ultramar o similar), un verde esmeralda y otro verde primavera, más un par de marrones (un ocre suave y limpio y otro tierra tostada), más un blanco y un negro.

A partir de esta paleta de colores, sí que se pueden conseguir casi todos los colores posibles.

La gama de colores a la venta en acrílico es más compleja, pues incluye más posibilidades de opacidad que en óleo, aunque en este medio también hay que tener en cuenta la trasparencia de los colores.

Yo recomiendo que una vez que se decida pintar un poco más en serio, se sea fiel a una marca de tubos de colores, para que no haya incompatibilidad de mezclas y se asegure un resultado lo menos gris y sucio posible.

El gran enemigo de una paleta reducida es que las mezclas queden agrisadas y sucias, pues en realidad no mezclamos colores puros sino con componentes terciarios de color, que siempre ensucian algo el resultado final.