Este que voy a comentaros es una anécdota curiosa y muy de agradecer, artísticamente de una belleza sencilla pero eficaz. En la ciudad de Verín, en Orense, tenía muy poco tiempo libre para poder hacer compras de regalos para la familia, a la vuelta de una semana por la provincia de Orense.Tenía la comida a una hora fija y en un restaurante determinado, donde por cierto nos sirvieron muy bien. Pero no quiero alargarme.
El caso es que vi una librería muy chula en donde se anunciaba poesía gallega, y entré de forma rápida a comprar un libro de poesía. Quería un autor gallego y una recomendación, una ayuda por parte de la dependienta.
Super amable me indicó varios libros, me preguntó por la persona a la que iba destinada el regalo, y decidimos uno determinado. Al ir a pagarlo me dijo que esperara que me lo iba a envolver. Le dije que era imposible, que ya me esperaban mis acompañantes en el restaurante, que ya lo envolvería yo.
La mujer me insistió y me preguntó por el restaurante, que estaba a unos 50 metros de la librería de Verín. E insistió en envolver el libro y que me lo llevaría ella al restaurante. Era imposible negarme.
Y efectivamente, a la media hora me advirtieron en el restaurante de que me habían dejado un paquete. No salí a recogerlo, pues no le día importancia, era el libro y todo era casi normal.
Al terminar la comida salí a recoger el paquete y me encontré el libro envuelto con estos lazos y estas mariposas, y una tarjeta de la librería, un tarjetón más bien con un poema de un autor gallego, escrito a mano por la vendedora.
Me quedé atónito, salí a la calle, volví a la librería pero ya estaba cerrada. Quedándome con las ganas de agradecerlo todo aquello. hay que advertir para evitar dudas posibles, que yo tengo casi 70 años y ella no pasaría de los veintitantos.
Es Arte. Quedar bien con un cliente, ofrecerle algo más para que se sienta contento, darle un poema escrito a mano, es Arte. Y aunque no se lo pude agradecer, que sepa ella, si un día me lee, que hay muchas más cosas en el mundo que son Arte, a costa de muchos artistas que con sus pequeños detalles hacen el mundo un poco más feliz.
Gracias, chata. Y que sepas que las tres mariposas las conservaré como recuerdo. El libro era para mi hija.